jueves, 21 de agosto de 2014

PROFESIÓN PERPETUA

QUERIDAS HERMANAS:
El pasado día 16 de agosto, dieron su SÍ definitivo un grupo de madres a través de sus votos perpetuas en Valencia: M.Lorena, M.Asunción, M. Guillermina, M.Estela y M.Magdalena.+

Oremos por su fidelidad

Aquí dejamos el video de acción de gracias que cantaron


miércoles, 6 de agosto de 2014

Mi vivencia del Camino

Ruta de Madre Petra
En cuanto supe de la ruta, no me lo pensé dos veces y decidí ir. Por varios motivos: porque visitábamos Barcelona y Valencia, ciudades muy importantes en la historia de Madre Petra; por ver a mis amigos de las distintas ciudades donde las madres tienen colegios; y por tener un encuentro con Dios, siempre me llenan las cosas así, ya sean pascuas, convivencias…
El andar se hizo ameno (menos el día de Ardales), porque ibas hablando con los demás y cada uno tenía algo que contarte y compartir, sobre todo las madres, también había momentos en los que caminaba sola e iba rezando interiormente o cantando para mis adentros. Los desiertos y reflexiones eran, para mí, una de las mejores partes del día, porque después de tanto andar, las risas, el juego, el ruido, viene bien hacer silencio y mirarte, mirar tu vida, ver cómo estás viviendo y si es así como quieres vivir. El compartir a algunos les costaba aunque siempre me quedaba con algo que decía alguien.
El visitar sitios donde estuvo Madre Petra y conocer qué hizo ella allí era genial, ¿no? Como decir: “estoy donde ella estuvo, viendo lo que ella vio”, era una sensación increíble. Cada sitio por el que pasábamos nos trataban como si estuviésemos en casa.
Si tuviese que destacar un día sería el martes en Barcelona. Ver la casa me impactó bastante; llevo viendo esa fachada desde que entré con 6 años al colegio, la típica foto con Madre Petra en el centro rodeada de niños y ancianos, el Valle a la izquierda y la casa de Barcelona a la derecha, pero tenerlo ahí, justo delante de mis ojos, me puso los vellos de punta. También fue un día a destacar por el desierto y el sacramento del perdón, saber que puedes empezar de nuevo aunque te hayas equivocado. Todos ahí llorando, yo creo que por varios motivos: habíamos mirado dentro de nosotros y cuando hacemos eso llegamos a algo tan profundo que sorprende; porque vivimos mucho juntos y también porque sabemos que al día siguiente tocaba decir “hasta luego” (nunca adiós).
También me quedo con que había un sagrario donde nace Madre Petra y otro donde muere, signo de que Dios era el principio y el fin de su vida, todo por y para Él, cosa que intento llevar a mi vida.
Para concluir me gustaría decir que todo lo que hemos vivido se quedará siempre porque “nada nos separará del amor de Dios” y nada nos separará si es Él quien nos une.

Ana López, de Málaga.

martes, 5 de agosto de 2014

http://youtu.be/MAromXxbmRo

Aquí os dejamos el enlace del vídeo que nos ha realizado nuestro compañero de camino, Nacho. Una síntesis preciosa de lo que vivimos siguiendo las huellas de Madre Petra. Su vida, su obra, sus pasos,  nos ha marcado, nos ha unido haciendo de las MD la familia de todos.


VIDEO

domingo, 3 de agosto de 2014

Tras las huellas de Madre Petra, un camino que llena el corazón.

Con mucha ilusión iba a la ruta de madre Petra y he regresado con un gran cambio en mi vida.
No sé cómo expresar lo vivido pues ha habido de todo, emoción, cansancio, alegría, tristeza…
Comenzábamos la aventura en el Valle, dónde madre Petra nació. Allí llegaba sin conocer a nadie, pero eso no era problema para mí ya que iba con ganas de llenarme de madre Petra y de la gente con la que compartiría esos días.
Los días que andaba se los ofrecía a Dios; con ilusión empezaba y cansada e ilusionada terminaba.
Cada día conocíamos un lugar en el que madre Petra había estado y fundado algo, una residencia, un hogar, un colegio,… y así hacernos a la idea de lo que ella vivió y en dónde. Momentos de reflexión y puestas en común para compartir, las cuales han sido enriquecedoras, me han sorprendido lo que cada uno esconde dentro de él, y cómo Dios les habla y el Espíritu les ilumina. Y la eucaristía diaria, dónde Jesús se nos hacía presente.
En cada sitio he vivido algo distinto y enriquecedor, desde las caminatas a Álora, Ardales y la subida a la Virgen de la Cabeza, como en los ratos de convivencia con los niños, las madres o la gente que nos han acogido.
Me siento muy agradecida porque en todo momento nos han cuidado, prestado servicio y hecho que cada día hayamos estado muy bien atendidos y queridos, desde el Valle hasta el final en Barcelona.
Estar en el Valle donde madre Petra nació; en los lugares donde fundó, en Valencia donde reposa y en Barcelona donde murió ha sido el recrear lo leído en sobre la Piedra y el ser consciente de lo que ella vivió.
Dar gracias por estos días vividos, a las madres, a los chicos, a cada una de las personas que han estado ahí y por supuesto a madre Petra y a Dios. Sin ellos esto no habría podido ser.

Rocío - Sevilla

sábado, 2 de agosto de 2014

Testimonio de un "rutero"

He pasado 10 días, 10 días de camino, de aprendizaje, de reflexión, amor y cariño. Al saber de la misma no me entusiasmó la idea, no pensaba que aquello fuera a entrar en lo que estaba buscando, pero, ahora, una vez descubierto lo que esta ha ofrecido, se que habría estado arrepintiéndome a diario de no haber venido, pues me ha traído ilusión, esperanza, armonía y aliento cuando más cansado creía estar, es más, ha sido una experiencia que volvería a repetir cuantas veces pudiese a pesar de las caminatas y el cansancio, ya que en parte, conforman uno de los valores que esta ruta trae consigo. ¿Quién me iba a decir que caminaría de 12 a 7 de la mañana con mis mejores zapatillas? Una vez más me repito a mi mismo, y es que lo importante no es el camino, sino la compañía, pues a las seis de la mañana, tras andar 5 horas y media, la gente seguía riéndose incluso de lo cansada que estaba. Los gritos al llegar al santuario los primeros, el saber que por fin lo habíamos conseguido, fue una de las experiencias más gratificantes que podían darse. También, hallar los lugares de culto de la Madre Petra me han llevado a descubrir más de su vida y lo realmente importante, saber lo que ha llevado a cabo sin esperar a cambio más que la felicidad del prójimo y que hoy nos trae aquí. Así pues, Madre Petra es un ejemplo de moral a seguir, decidida y solidaria, pues sólo así encontraremos la vida plena que tanto anhela el ser humano y que se encuentra anegada de pruebas y dificultades, todas ellas necesarias.
Finalmente, opino que todos los que decidimos venir, hemos disfrutado como en poca ocasiones y, ojalá no abandonemos jamás el camino que hemos elegido junto a Dios, porque aquí todos hemos sido muy valientes, por unos motivos u otros, y yo, por lo menos, no me arrepiento de haber compartido mis días y reflexiones con todos ellos, al igual que agradezco todas las experiencias que han decidido abrir al resto.

Ama, reza y ensancha el alma.

NACHO- Valencia

Testimonios y experiencias del camino...

Mi testimonio de estos días podría reducirse a una palabra: gracias. Gracias por hacer que en estos diez días me haya conocido a mí misma mucho más de lo que pensaba. Ir con unas perspectivas hizo que volviera con otras, pero todas y cada una de ellas increíbles.  Han habido días mejores que otros, unos más duros, otros menos, pero de todos ellos me llevo algo positivo: el afán de superación de cada uno de nosotros, nuestras ganas de seguir, de mejorar lo vivido. Y es que venimos de distintas partes de España, cada uno de nosotros tiene distintas ilusiones, preocupaciones y ambiciones; pero si algo teníamos claro era que queríamos seguir, seguir hasta llegar donde hiciese falta. Si no hubiésemos sido un todo, las cosas hubiesen sido diferentes, pero lo hemos hecho a lo grande: hemos logrado ser una pequeña familia. Una pequeña familia de la que me llevo grandísimos recuerdos y grandísimas personas: al que nunca ha perdido la sonrisa, al que jamás ha dejado de preocuparse por todos, al que daba todo de sí, al que conseguía hacerte reír aun cuando no había motivos, al que sin palabras te demostraba todo, al que tiraba de ti y te comprendía, al que preguntaba cada segundo cómo estábamos, al que nos mantenía contentos todos los minutos del día, al que te daba consejos y no te dejaba caer, al que el cansancio no le podía, al que le podían las ganas de venir, al que solo le hacían falta minutos de reflexión, a los nuevos que parecen uno más, al conocido que sigues conociendo, al que te da un abrazo sin venir a cuento, al que te pide besos y te hace ser feliz, al que nunca se ha ido de tu lado a pesar de los pesares, a las amigas incondicionales que jamás cambiaría por nada. A los nuevos y a los no tan nuevos: gracias por hacer esto posible. Ojalá nunca perdamos la ilusión con la que hemos vuelto.
Una valenciana que necesita más días como estos.

Aránzazu Iraeta