viernes, 28 de junio de 2013

Fuego Ardiente

Fuego Ardiente 

"Sentía en mi corazón como un FUEGO ARDIENTE, y aunque yo hacía esfuerzos por ahogarlo, no podía..." (Jr 20, 9)

Muchas veces la llamada de Dios choca contra el muro interior de nuestra indecisión y de nuestros miedos, que retrasan nuestra respuesta, desvían nuestra mirada y nos hacen repetir: ¡No puede ser verdad! ¡No estoy preparado! ¡Tengo otros planes! Y, sin embargo, dentro, en lo más hondo de nuestro corazón, un fuego ardiente ha empezado a arder. Y es imposible apagarlo...